La competencia digital y la competencia mediática docente
La competencia digital (conocida abreviadamente como CD) es
una de las ocho competencias clave que el alumnado debe adquirir a lo largo de
la Educación Secundaria. Los docentes deben estar preparados y debidamente formados
para ayudar a su alumnado a lograr dicha competencia, es decir deben ser
competentes digitalmente.
Según Esteve y Gisbert (2013), la competencia digital es la “suma de todas las habilidades,
conocimientos y actitudes en aspectos tecnológicos, informacionales, multimedia
y comunicativos, dando lugar a una compleja alfabetización múltiple”. De forma
genérica, se utiliza como sinónimo de otro término, la alfabetización digital
(Krumsvik, 2008).
En enero de este año, INTEF ha elaborado el Marco Común de la
Competencia Digital Docente (DIGCOMP 2.0), referencia que todo docente debe seguir
para lograr la adquisición de dicha competencia. El documento de INTEF incluye
una serie de sub-competencias clasificadas en 5 áreas:
1.
Información y alfabetización informacional: Identificar, localizar, obtener,
almacenar, organizar y analizar información digital, evaluando su finalidad y
relevancia.
2.
Comunicación y colaboración: Comunicarse en entornos digitales,
compartir recursos por medio de herramientas en red, conectar con otros y
colaborar mediante herramientas digitales, interaccionar y participar en
comunidades y redes, concienciación intercultural.
3.
Creación de contenido digital: Crear y editar contenidos digitales
nuevos, integrar y reelaborar conocimientos y contenidos previos, realizar
producciones artísticas, contenidos multimedia y programación informática,
saber aplicar los derechos de propiedad intelectual y las licencias de uso.
4.
Seguridad: Protección de información y datos personales, protección de
la identidad digital, medidas de seguridad, uso responsable y seguro.
5.
Resolución de problemas: Identificar necesidades de uso de recursos digitales,
tomar decisiones informadas sobre las herramientas digitales más apropiadas
según el propósito o la necesidad, resolver problemas conceptuales a través de
medios digitales, usar las tecnologías de forma creativa, resolver problemas
técnicos, actualizar su propia competencia y la de otros.
Estas descripciones generales de subcompetencias son
imprescindibles a la hora de adquirir una adecuada competencia digital docente,
y sobre todo teniendo en cuenta que el alumnado de estas etapas educativas reciben
información, conocen, utilizan e interaccionan con otros usuarios en un entorno
virtual o ciberespacio (Lévy, 2003), de forma cotidiana, y esto permite que den
rienda suelta a su imaginación y creatividad, transformando toda esa
información en conocimiento, objetivo principal del uso de las TIC e Internet
en el aula.
Según Ferrés y Piscitelli (2012), a “la competencia mediática comporta el dominio de conocimientos,
destrezas y actitudes relacionados con seis dimensiones básicas, de las
que se ofrecen los indicadores principales. Estos indicadores tienen que ver,
según los casos, con el ámbito de participación como personas que reciben
mensajes e interaccionan con ellos (ámbito del análisis) y como personas que
producen mensajes (ámbito de la expresión)”.
- Lenguajes: se refiere a la correcta interpretación de los códigos de un mensaje, la evaluación de contenidos, y a la capacidad de expresión según el tipo de código y representación del mensaje.
- La tecnología: se refiere a la capacidad de realizar un uso correcto y eficaz de las TIC (crear y manipular imágenes, vídeos, audios, etc.)
- Procesos de interacción: se refiere a la capacidad de revisión y autoevaluación de los medios, de razonar y ser conscientes del objetivo emocional de los mensajes que recibimos, y de llevar una correcta dieta mediática.
- Procesos de producción y difusión: se refiere a los conocimientos que tenemos sobre la confección, programación y difusión de contenidos digitales y mediáticos.
- Ideología y valores: se refiere al conocimiento de las leyes que velan por la seguridad de los usuarios o consumidores de los medios digitales.
- Estética: se refiere a la originalidad, creatividad y el buen gusto por la presentación de una producción digital.
Si queréis consultar
los indicadores desglosados según el ámbito que se describen para cada una de estas
seis dimensiones podéis descargar el artículo en el siguiente enlace: https://www.revistacomunicar.com/pdf/preprint/38/08-PRE-13470.pdf
Hoy en día, como docente en un centro didáctico no reglado, escucho
que el alumnado se aburre muchas veces en el aula, y está en nuestras manos,
las de los docentes, el poder utilizar herramientas que nos permitan evitar
este y otros problemas que apreciamos en él, como la distracción, el déficit de
atención, la desmotivación o el fracaso escolar.
“Fuera de la institución educativa, los jóvenes viven al
margen de la letra impresa. Buena parte de la desmotivación que hay en las
aulas proviene de la desconexión entre lo que los jóvenes hacen dentro de los
muros del centro educativo y lo que hacen fuera de ellos” (Aparici & Osuna,
2010).
Una alternativa para que esto no suceda y que podemos utilizar
los docentes en esta sociedad digital en la que nos encontramos actualmente, es
el utilizar herramientas digitales o entornos digitales que permitan al alumnado evitar esa desconexión digital.
Pero no es sólo importante proporcionar herramientas
digitales, sino saber utilizarlas de forma adecuada y con unos determinados
contenidos a trabajar. Un docente debe usar, conocer, crear, consumir información
digital, acorde con los contenidos que quiere trabajar en el aula, y a través
de estos medios, debe conseguir que el alumnado participe activamente en su
proceso de aprendizaje.
Como apunta Quiroz (2010), “solamente si se concibe el aula
como un laboratorio, como un espacio de investigación, de búsqueda, de
experimentación, el hipertexto puede liberar al escolar y permitirle superar la
condición de espectador pasivo, si se supera además la función del maestro como
el de un burócrata que transmite el saber-producto”. Una pedagogía que marcó un
ante y un después en la pedagogía muy relacionada con esto que apunta Quiroz
fue la pedagogía freinetiana (Kaplún, 2010), una pedagogía del
autoaprendizaje que, también se quiere conseguir con el uso de las TIC en el
aula.
En mi opinión, el docente debe innovar, ser creativo,
provocar emoción y crear contenidos digitales atractivos para su alumnado,
fomentar el trabajo en equipo y la interacción interpersonal digital, en
definitiva, conseguir ser un docente de una escuela innovadora o escuela 21 (Hernando, 2015).
Pero para que el docente pueda cumplir su papel en un centro
educativo innovador, en el sistema educativo se deberían incluir acciones de
formación continua del profesorado, y no sólo en la utilización y aplicación de
TIC en el aula, sino también en cualquier otra rama del conocimiento que
implique mejorar dicho sistema, innovar en las metodologías docentes, pues la
sociedad avanza intelectual y digitalmente, y los docentes, como parte de la
sociedad actual, deben ir de la mano de los intereses de la misma, y en
concreto de los intereses de su alumnado.
Por otro lado, también se debería invertir dinero en el
mantenimiento y en la mejora de los equipos digitales del centro educativo, es
decir, no sólo debe limitarse a comprar ordenadores, digitalizar libros y
aumentar el ancho de banda (Fidalgo, 2009), sino que deben mantenerlos y
mejorar aquellos que se vayan obsoletizando. Sin esta inversión continua en
medios digitales ni profesorado ni alumnado podrá avanzar en una sociedad
digital tan cambiante.
Desde el sistema educativo, se debería incluso integrar a las
familias en el trabajo digital que realizan sus hij@s en el aula, pues seguimos
hablando de una brecha generacional que desconecta a padres e hijos
digitalmente.
BLACK MIRROR: ¿Cómo
afectan las tecnologías a nuestra vida?
Análisis crítico del capítulo 1 de la temporada 3 “Caída en
picado” (en inglés, Nosedive)
Black Mirror es una serie de televisión británica
creada por Charlie Brooker, en el que se muestra cómo afecta la tecnología en
la vida y relaciones sociales de sus personajes, habitualmente adolescentes. Cada
capítulo tiene una duración de aproximadamente una hora, y no guarda un hilo
conductor con el anterior, sino que en cada uno se muestran entornos y situaciones
independientes.
“Caída en picado” es el título del primer capítulo de la
tercera temporada de esta comentada serie.
El capítulo comienza con la aparición de su principal personaje,
Bryce, una adolescente integrada en el mundo digital y en las redes sociales que
vive con su hermano Ryan, un adolescente que no se deja influenciar tanto por
las redes sociales ni la opinión de las personas que sí lo hacen.
Fuente: www.lavanguardia.com/series/20161022/411220817977/black-mirror-critica-temporada-3-episodio-1-nosedive.html
En este capítulo se observa la grandísima influencia que
tienen las relaciones sociales a través de las redes en cualquier acto que Bryce realiza en su vida cotidiana. El capítulo es rico en acciones que podemos
trasladar a nuestra cotidianidad, como por ejemplo la escena en la que la
joven saca una fotografía al café de la mañana y la “cuelga” en su red social simulando
ser un momento de felicidad, y descanso cuando, en realidad no es así. El
hermano de la adolescente lo define muy bien en otra escena, estas personas “fingen
que son felices” cuando realmente lo que buscan es la aceptación de los demás.
Hacen creer que uno mismo es feliz cuando no lo es. La constante puntuación que
recibe de los demás a través de las redes influye en sus pequeñas y detalladas acciones
posteriores. La necesidad de no bajar su puntuación hace que reaccione de una
forma que no haría si no estuviese preocupada por el que piensan los demás.
Otras escenas de la serie tienen que ver con la valoración que hace la sociedad
cuando tu puntuación, es decir, cuando tu círculo social es elevado y de un
cierto nivel económico, para poder obtener privilegios, como ocurre en la
escena en el que la protagonista intenta alquilar un coche para ir a la boda de
su amiga. En este momento Bryce tiene una baja puntuación social y sólo le
permiten un modelo de coche afín a su nivel social.
En mi opinión, la serie cuenta una historia que empezamos a detectar
en nuestra sociedad actual. Necesitamos permanecer en los medios, creando
diferentes identidades, en algunos casos irreales para mostrarnos como queremos
que nos perciban los demás. Sin embargo, es importante para nosotros mantener
nuestros círculos sociales, que enriquecen a la vez nuestro entorno digital, la
información que obtenemos de ellos y que influye en nuestra manera de actuar y
pensar (desarrollo cognitivo).
En este capítulo, se
plasman las dimensiones de las competencias digitales y mediáticas, que se citaron
anteriormente. Se interpretan códigos de mensajes que se reciben en los dispositivos
móviles de los personajes, se utilizan medios tecnológicos como dispositivos
móviles y ordenadores, se crean imágenes a través del móvil (producción), se difunden contenidos digitales, y se sigue
una estética original y de gusto exquisito durante todo el capítulo. La
dimensión que aparece en mayor medida es la referente a la interacción entre
todos los personajes que aparecen en el mismo, de las emociones que causan en
otras personas a través de las fotografías que se muestran en las redes, y cómo
influyen en la vida de las otras.
Una de las dimensiones juega un papel importante durante todo
el capítulo y tiene que ver con la quinta dimensión, la ideología y los
valores. A través de los dispositivos móviles se pueden observar datos
personales y puntuaciones sociales, que influyen en las acciones de las
personas cuando éstas se encuentran y establecen conversaciones, como ocurre
por ejemplo en la escena del ascensor. Esta misma dimensión es la que se
observa cuando la protagonista toma la decisión final, a mi parecer de una
forma exagerada, creada como consecuencia de los actos infortuitos que le
suceden durante el transcurso del capítulo.
BIBLIOGRAFÍA y
WEBGRAFÍA
- Ferrés, J. & Piscitelli, A. (1 de
marzo de 2012). La competencia
mediática: propuesta articulada de dimensiones e indicadores. Comunicar. Revista científica de Comunicación
y Educación. 1134-3478; e-ISSN: 1988-3293.
-
Kaplún, M. (2010).
Una pedagogía de la comunicación, en Educomunicación:
más allá del 2.0. Aparici (coord.). Editorial Gedisa, S.A.
- Quiroz, M.T. (2010). Educar en otros tiempos. El valor de
la comunicación, en Educomunicación: más
allá del 2.0. Aparici (coord.). Editorial Gedisa, S.A.
-
Marco Común de Competencia Digital
Docente:
-
Web de
Innovación Educativa de Ángel Fidalgo. Escuela 2.0. es algo
más que digitalización de contenidos, ordenadores y comunicaciones:
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